Asumir el liderazgo de una empresa familiar con más de cincuenta años de historia no es solo cuestión de cargo: es un ejercicio de responsabilidad, coherencia y visión. Ricard Vestit, CEO de Promociones J. Vestit, ha sabido dar este paso con sensibilidad y determinación. Su recorrido es el de alguien que ha crecido entre planos y obras, que conoce de cerca cada rincón del proceso constructivo y que entiende al sector inmobiliario no como un negocio, sino como un servicio a las personas y al territorio.
Con una gestión basada en valores como la honestidad, el rigor técnico y el trato humano, ha impulsado una transformación profunda de la empresa, abriéndola a la digitalización, la sostenibilidad y nuevos modelos de colaboración. Para Ricard, el futuro del sector pasa por rehabilitar con criterios energéticos, entender las nuevas necesidades habitacionales y aplicar la tecnología con inteligencia.
En esta entrevista, repasamos su trayectoria, la influencia del legado familiar, los retos que afronta el mercado y su apuesta por un liderazgo conciliador, arraigado en el territorio y abierto al cambio.
¿Cómo viviste el relevo generacional en una empresa familiar con más de 50 años de historia?
El relevo generacional en Promocions J. Vestit fue una etapa de transformación profunda, tanto a nivel personal como empresarial. Al tratarse de una empresa con más de medio siglo de trayectoria, la transición no fue sólo un cambio de nombres en los cargos directivos, sino un proceso de transmisión de valores con un período de convivencia entre generaciones, conocimientos y visión de futuro.
Desde el principio, entendimos que no se trataba solo de continuar lo que habían construido las generaciones anteriores, sino de hacerlo evolucionar. Tuvimos que encontrar el equilibrio entre el respeto por la tradición y la apertura a la innovación. Hubo momentos de tensión y diferencia de criterios —como es natural cuando se creen diferentes formas de ver el negocio y el mundo—, pero también hubo diálogo, aprendizaje mutuo y un fuerte compromiso compartido con el legado familiar.
Una de las claves fue planificar el relevo con tiempo, involucrando progresivamente a la nueva generación en la toma de decisiones y el día a día de la empresa. También fue fundamental profesionalizar ciertos aspectos de la gestión, introduciendo herramientas más modernas, digitalización y una estructura organizativa más clara.
Hoy podemos decir que el relevo no solo ha sido exitoso, sino que ha fortalecido a Promocions J. Vestit, preparándola para afrontar nuevos retos con una base sólida y una mentalidad abierta al cambio.”
¿Qué aprendizajes de tu padre, Josep Vestit Riera, han sido claves en tu gestión?
La ética, la profesionalidad, la humanidad, honestidad, la tenacidad, la resiliencia y la adaptación al medio cambiante.
Mi padre fue más que el fundador de la empresa: fue un referente ético, profesional y humano. Muchos de los valores que guían hoy mi gestión provienen directamente de la forma de entender el negocio y las relaciones con las personas.
Uno de los más importantes aprendizajes que me dejó fue la honestidad. En un sector tan complejo como el de la construcción y la promoción inmobiliaria, él siempre defendió que la palabra dada tenía tanto peso como un contrato. Este respeto por los compromisos, hoy es un pilar central en cómo dirigimos la empresa.
También me transmitió la importancia del trabajo bien hecho. Su obsesión por cuidar cada detalle y por entregar viviendas y proyectos con garantías no era negociable. Esta cultura del esfuerzo, del rigor técnico y del orgullo por el trabajo propio es algo que seguimos cultivando.
Otro valor clave fue su visión a largo plazo. Nunca pensó en el beneficio rápido; para él, lo importante era construir confianza, tanto con proveedores como con compradores y colaboradores. Esta mentalidad nos ha permitido mantener relaciones duraderas y una sólida reputación en el sector.
Por último, el trato humano. Mi padre siempre trató a cada trabajador, cliente o colaborador como parte de una gran familia. Este espíritu cercano, empático y comprometido ha sido una de las claves del éxito y la longevidad de Promociones J. Vestido y sigue siendo una inspiración constante para mí.
¿Cómo ha evolucionado la empresa desde sus inicios hasta la actualidad?
La historia de Promociones J. Vestido S.L. es también la historia de la evolución del sector inmobiliario en Osona y, en particular, en Vic. La empresa nació hace más de 50 años de la mano del padre, como una constructora local, centrada en obras residenciales y públicas (construcción de escuelas) y como no también de pequeña escala, con una fuerte orientación hacia el trabajo bien hecho, a pie de obra, y con un trato directo y personal con el cliente.
Con el paso del tiempo y la experiencia acumulada, dimos un paso natural hacia la promoción inmobiliaria. Fue una evolución lógica: no sólo construimos, sino que empezamos a desarrollar nuestros propios proyectos, desde el diseño hasta la entrega final, aportando una visión integral del proceso.
Esta etapa nos permitió crecer, diversificarnos y tener un mayor control sobre la calidad de los proyectos y la satisfacción del cliente. En los últimos años, y respondiendo a las nuevas demandas del mercado y también por inquietudes de mi persona, hemos consolidado también nuestra faceta como empresa de servicios inmobiliarios.
¿Cuáles son los valores de vuestra empresa?
Como hemos dicho antes, la ética, la profesionalidad, la humanidad, honestidad, la tenacidad, la resiliencia y la adaptación al medio cambiante.
El conocimiento de las obras, de proyectos desde el inicio y haber trabajado en las obras, genera un valor de confianza y seguridad al trabajar la comercialización de los inmuebles, dado el conocimiento en las técnicas de edificación, materiales, necesidades de los clientes.
¿Qué servicios ofrece actualmente y cómo se ha adaptado a las nuevas necesidades del mercado?
Actualmente, hemos potenciado los servicios inmobiliarios de intermediación de compraventa, gestión de patrimonios, alquileres y toda la gestión relativa al mundo inmobiliario con las diferentes herramientas que nos ofrece AIC y el Colegio.
Comercialización y asesoramiento inmobiliario, acompañando tanto a compradores como a vendedores en todo el proceso: valoración, documentación, financiación y cierre de operaciones.
Colaboraciones con otros profesionales, como arquitectos, interioristas, técnicos y agentes inmobiliarios, con quienes trabajamos en red para ofrecer un servicio más completo y coordinado.
El cliente actual no busca sólo comprar una vivienda: busca confianza, acompañamiento, opciones personalizadas y soluciones integrales. Nuestra respuesta ha sido reforzar la colaboración tanto interna como externa, apostando por una red de profesionales que comparten nuestros valores y estándares de calidad, herramientas que nos proporciona la asociación desde CRM como Apialia o interapialia.
¿Qué importancia tiene la construcción propia dentro de tu modelo de negocio?
Actualmente, no estamos tan volcados en la promoción por la escalada en los costes de la construcción que en muchos casos en poblaciones de Osona los precios de venta están por debajo del coste, dando como resultado la inviabilidad económica de los proyectos.
¿Cómo valoras el estado actual del mercado inmobiliario en Osona y en Cataluña?
Interesante y con muchos retos. El mercado de Osona que está funcionando es el de segunda mano, cuyos precios de venta todavía son asequibles en muchos bolsillos. Pero con cierto agotamiento de la oferta de producto fruto del aumento de la población y con una inexistente construcción desde la burbuja de 2007, dando como resultado absorción de todo el exceso de oferta que existía. Y en estos momentos se están recuperando proyectos inacabados de 2007-2010, se están reconvirtiendo locales y oficinas en viviendas y tratando de reciclar los inmuebles con rehabilitaciones para inyectar inmuebles de nuevo en el mercado.
En el caso de Vic ciudad y pueblos satélites la demanda se concentra en viviendas amplias y bien ubicadas, reflejo de tendencias pospandemia hacia espacio exterior y funcionalidad. Las viviendas tipo (como pisos de 3-4 habitaciones) se están vendiendo entre 160000€ y 250000€, con medias de 171000€ para pisos y 436000€ para casas unifamiliares.
En cuanto a obra nueva, se está edificando con baja rentabilidad del sector y los plazos prolongados para permisos frenan el aumento de oferta.
Sin embargo, la escasez de oferta y los desafíos en construcción y permisos dificultan el equilibrio entre demanda y oferta.
A escala de Cataluña, existe un exceso de demanda de vivienda con una insuficiente inyección de nueces, lo que produce un desequilibrio tensando el mercado y convirtiéndolo en mercado de vendedores con un consiguiente aumento de precios continuos. El aumento del precio de construcción hace que muchas promociones se frenen junto a los largos plazos para permisos y no ayuda a aumentar la oferta de vivienda sino todo lo contrario.
¿Qué cambios estructurales crees que marcarán el futuro del sector en los próximos 5-10 años?
En el ámbito de Osona el mercado inmobiliario tendrá como eje cambios estructurales importantes basados en:
Una transición verde, tecnológica y más regulada, con foco en rehabilitación y sostenibilidad. La falta de terreno urbanizable así como las restricciones urbanísticas llevarán a que la rehabilitación energética y estructural de viviendas existentes y deshabitadas ganen protagonismo. Las directivas europeas a partir de 2030 provocará que todos los edificios con una mala calificación energética tengan muy difícil su comercialización, y por tanto todos aquellos inmuebles que hayan hecho los deberes con tema de mejoras energéticas como instalación de placas solares, aerotermias, aislamientos avanzados y domótica tendrán un valor añadido muy importante. Debemos tomar conciencia de que la eficiencia energética pasará a ser de deseable a obligatoria.
Transformación del perfil de comprador, iremos viendo diferentes perfiles: Desde jóvenes con teletrabajo que buscan viviendas con mucho espacio exterior. Mayores de 55 años que vienen a Barcelona capital y que compran y reforman en zonas más tranquilas de Osona. Tampoco podemos obviar a los compradores extranjeros, fundamentalmente europeos, que buscan casas rurales o masías. Debemos mirar que las viviendas del futuro tengan en cuenta los cambios en la estructura familiar, pues generará demanda de viviendas más flexibles (habitaciones adaptables y espacios híbridos de trabajo-vivienda).
Participación pública más activa de Ayuntamientos y Generalitat que llevarán a penalizar las viviendas vacías y menos energéticas.
Digitalización del Sector con automatización de procesos de compraventa, visitas virtuales, firma electrónica, gestión documental. Plataformas digitales y big data cambiarán la forma en que se valoran y publicitan inmuebles. La IA será una herramienta clave para agencias, inversores y promotores.
¿Cómo afectan las políticas públicas de vivienda, como la regulación de los alquileres, a su actividad?
Pues con inquietudes por parte de los inversores, ya que el capital es muy miedoso, ante la inseguridad jurídica que sufrimos por el colapso de reales decretos, modificaciones de directrices y las diferentes interpretaciones de las políticas hace que mucho inversor frene por poner más vivienda en alquiler, pues no puede establecer una línea de retorno de la inversión sin tener un marco jurídico. La vivienda necesita una línea de política con un estudio a largo plazo, ya que la inversión es un plan a largo plazo que lo que menos necesita es que se le estén cambiando constantemente las normas del juego.
La regulación de precios de alquiler se podrá traducir en que cada vez más justificará nuestro trabajo en el sector como gestores de patrimonios, ya que al pequeño inversor que tiene un pequeño patrimonio con viviendas le resulta muy difícil realizar un seguimiento actualizado de la normativa aplicable en materia de alquileres.
Estas políticas públicas de vivienda también la podemos ver como una oportunidad para profesionalizar más nuestro sector.
¿Qué le dirías a alguien que quiere vender? ¿Y al que quiere comprar?
Tanto a quien quiere vender o quien quiere comprar les diría que no pierdan de vista en 2030 como un año de cambio en materia energética, ya que habrá un antes o un después en la compraventa de los inmuebles, en función de la calificación energética de un inmueble objeto de transacción. Rodéate de buenos profesionales. Asegúrese de tener un agente inmobiliario de confianza (mejor si conoce bien la zona).
Al comprador le diría varias cosas:
- Que elija bien la zona de ir a vivir, en Osona puedes escoger entre vida urbana o rural, en zona comunicada o más aislada, entre la posibilidad de transporte público o privado…, ya que no todo el mundo encaja entre una u otra opción.
- Que compare bien los precios, que no se quede con lo primero que vea, pero que tampoco se duerma comparando. En Osona puedes encontrar inmuebles con una franja de precios de entre 1.000 y 3.500 euros.
- Que piense con el futuro (qué planeamientos urbanísticos podemos tener en la zona). Algunos pueblos están creciendo y tienen potencial de revalorización, otros llevan años estancados.
- Obra nueva o segunda mano. La obra nueva es más cara, pero viene con garantías. Una vivienda de segunda mano puede ser una oportunidad, pero prepárate para invertir en mejoras si es necesario.
Al vendedor también les diría varias cosas:
- Que conozca el valor real de su inmueble.
- Que no se guíe por lo que “te dijeron” o por lo que querrías sacar.
- Que compare con pisos similares al suyo (zona, metros, estado). Si le pone un precio demasiado alto, puede permanecer meses parado. Un precio realista genera visitas e interés.
- Que prepare toda la documentación, por no llevarse sorpresas a media operativa de compraventa que puede acarrear conflictos.
- Que valore trabajar con una inmobiliaria local, que conozca el mercado y poseen cartera de compradores potenciales. Ahorraremos tiempo, trámites y pueden ayudarte a negociar.
¿Cómo definirías tu estilo de liderazgo y cómo motivas al equipo en un entorno tan cambiante?
Buena pregunta, es muy difícil definirse a uno mismo, creo que diría desde ser conciliador, un estilo honesto y transparente, se trata de motivar sin presiones ni objetivos estresantes.
¿Cuáles son los principales retos que prevés para Promocions J. Vestit en los próximos años?
La adaptación de la empresa a las nuevas políticas de vivienda que pasa por la formación. La nueva tendencia con la tecnología aplicada en CRM (por cierto, pronto saldrá o nos harán el cambio del Ghestia para el nuevo CRM que ha escogido AIC y Coapi). Al ver cómo podemos aplicar la IA en nuestra profesión.
Sobre todo educar a la sociedad de la que somos necesarios para operar en el mercado, para dar agilidad, seguridad, transparencia a las operaciones, y que tenemos mucha utilidad en la sociedad. Muchos clientes que confían en nosotros nos consideran a sus médicos de cabecera en temas patrimoniales, y es un valor añadido.
¿Qué te aporta formar parte de la AIC?
Formar parte de la AIC supone una formación continua, actualización de conocimientos, estar informado de los cambios jurídicos, económicos y tendencias del sector y aprovechar las herramientas que nos ofrecen cómo puede ser tema Apialia, CRM, formaciones, APIshop. También es un espacio de contacto con compañeros de profesión, así como colaboraciones, también aporta representación y visibilidad de la profesión.
¿Qué visión tienes para el futuro de la empresa?
Buena pregunta. Como CEO en estos momentos estoy navegando en solitario, todo dependerá de si existe un relevo generacional. En este momento es muy difícil contestar y prever los posibles relevos. Están en formación en bachilleratos y otros.
La continuidad por medio plazo es segura porque hay reserva de terreno edificable y un patrimonio a gestionar. La cuestión está en el relieve por tener una visión de expansión (en caso de relieve) o conservadora (o sin ella). A nivel más inmediato, continuar con la intermediación inmobiliaria y estar a la espera de los cambios constructivos y de políticas, para desarrollar proyectos de promociones de viviendas.