Con más de tres décadas de experiencia en el sector inmobiliario, Jordi Masgrau se ha convertido en una figura de referencia en Osona por su capacidad de liderazgo, visión estratégica y arraigo territorial. Al frente de Codolgestió, agencia con sede en Manlleu, ha sabido transformar un proyecto familiar en una empresa moderna, eficiente y profundamente humana.
Su modelo de gestión se fundamenta en valores sólidos: la honestidad, la ética, la transparencia y la proximidad. Codolgestió no es solo una inmobiliaria: es una agencia de gestión integral, que acompaña a cada cliente a lo largo de todo el proceso, desde el asesoramiento jurídico y fiscal hasta la mediación personalizada. Además, ha sabido incorporar herramientas tecnológicas propias -como su CRM «Codolgestor»- sin perder nunca de vista el valor insustituible del contacto humano.
En esta entrevista, Masgrau nos habla del mercado local, del papel clave del equipo, de la necesidad de adaptarse al cambio y de su compromiso con el desarrollo de Manlleu, ciudad que defiende con orgullo y en la que Codolgestió actúa como agente de dinamización social y económica. Una conversación que refleja la pasión por el trabajo bien hecho, la responsabilidad profesional y una mirada valiente hacia el futuro.
Jordi, ¿cómo empezaste tu trayectoria en el sector inmobiliario y qué te llevó a unirte y liderar Codolgestió en Manlleu?
De sus inicios hace mucho tiempo, más de treinta años. En ese momento, empecé a colaborar en la empresa que era propiedad de un familiar. Primero a tiempo parcial, compatibilizándolo con otro trabajo, y poco a poco asumiendo más responsabilidades hasta dirigir la compañía.
Desde sus inicios hasta ahora, ¿cuáles han sido los momentos clave y los principales retos que te han permitido crecer como profesional y como empresa?
De momentos ha habido muchos. El primero, la oportunidad de trabajar en el sector.
El segundo llegó al hacerlo de forma independiente, abriendo una nueva oficina de la empresa para la que trabajaba y hacerla funcionar como una unidad estratégica de negocio. Pero sin duda, el definitivo fue cuando, a raíz de la crisis financiera de 2008, compré la empresa.
¿Qué valores consideras fundamentales en la cultura de Codolgestió y cómo los haces vivos en el día a día, tanto con tu equipo como con los clientes?
Imprescindibles para dar respuesta a la confianza que nos depositan los clientes, la honestidad y la ética, además de la profesionalidad y la transparencia. El equipo es el primer y principal activo que tenemos.
Codolgestió se define como “gestores inmobiliarios”. ¿Cómo diferencia sus servicios (como la coordinación técnica, administración y mediación) para adaptarse a las necesidades de cada cliente?
El término “gestores inmobiliarios” nace con el ánimo, desde la proximidad, de evidenciar que el abanico de servicios que ofrecemos van más allá de poner en contacto a vendedores y compradores y/o arrendadores y arrendatarios. Nuestro servicio es integral, nos ocupamos de todo el proceso. Además de asesorar y gestionar un amplio abanico de servicios accesorios tales como: la depuración jurídica de las fincas, la gestión patrimonial inmobiliaria o la planificación fiscal, entre otros.
¿Qué herramientas o procesos tecnológicos habéis introducido para mejorar la eficiencia y la transparencia con los clientes durante todo el proceso inmobiliario?
Hace años nos aventuramos a desarrollar un CRM propio. Aunque el mercado ofrecía alternativas, queríamos un proceso simple pero eficaz a la hora de evaluar y calificar la calidad de las demandas. Con los años lo hemos ido desarrollando e incorporando nuevos elementos y funciones y, a día de hoy, tenemos una aplicación que llamamos “CODOLGESTOR” desde donde gestionamos toda la operativa.
¿Cómo combináis la proximidad y el trato personal con el uso de la tecnología? ¿Dónde crees que es imprescindible el contacto humano y dónde puede aportar valor la digitalización?
El contacto humano es fundamental. Cuando empezaron a proliferar las agencias “online” había compañeros que estaban muy preocupados por el impacto que podrían tener. Personalmente, siempre mantuve que, sin el trato personal, solo con los procesos, las empresas carecen de alma. La tecnología es importante y necesaria, nos ayuda a ser competitivos, encontrar nuevos canales, pero no puede ser un sustituto de las relaciones humanas, no todo es objetivable.
¿Cómo valoras el estado del mercado inmobiliario local (Manlleu, Torelló y cercanías) hoy en día? ¿Ves oportunidades o riesgos que habría que destacar?
La oportunidad es la de unas poblaciones bien comunicadas, con precios atractivos, o, de otro modo, precios accesibles para mucha gente, que cuentan con unos buenos servicios y un entorno que proporciona mucha calidad de vida. El reto más importante es la oferta de producto de ocasión, tanto en venta como en alquiler, y en lo que se refiere a la obra nueva, a pesar de la disponibilidad del suelo, el aumento importante de costes de construcción y la repercusión que tiene en el precio final de los inmuebles, lo que hace cuestionar la viabilidad de los proyectos.
¿Existe alguna normativa, tendencia sostenible o proyecto de urbanismo que esté cambiando la forma en que trabajáis y cómo planificáis el futuro?
La adaptación a nuevas normativas y regulaciones en materia de vivienda es constante y está claro que debemos ser rigurosos con su cumplimiento. Por este motivo, hemos reforzado el cumplimiento normativo que requiere interpretación, formación interna y comunicación a los clientes.
Codolgestió actúa y crea arraigo en Manlleu. ¿Cómo contribuye la empresa al desarrollo local y bienestar de la comunidad?
Sobre Manlleu hay quien tiene prejuicios y, de hecho, acumula una serie de agravios de algunos nostálgicos de la ciudad – la Vil·la Major industrial – referente a la época de las industrias textiles o de aquellos que añoran la “Caixa de Manlleu” o la situación previa a los cambios demográficos que nos ha traído. La realidad es que objetivamente es una ciudad en la que se vive bien, segura y amable, con un dinamismo potencial de crecimiento importante al que queremos contribuir.
¿Cuál es tu forma de entender el liderazgo dentro de la empresa? ¿Cómo promueves la participación y el crecimiento de tu equipo?
La principal labor que implica liderar es motivar, incentivar y acompañar. El equipo es un activo que debe cuidarse.
¿Qué consejo darías hoy a una persona que desea comprar una propiedad? ¿Y a una que quiere venderla?
Que confíe en un buen profesional, por supuesto.
¿Qué te aporta formar parte de la AIC?
En el colectivo he encontrado inspiración, admiro mucho a los profesionales que hacen el trabajo bien hecho, también soy muy crítico con los que no.
¿Qué consejos darías a jóvenes profesionales que quieren iniciarse en el mundo inmobiliario?
Más que consejos, lo que les diría es que se trata de un trabajo apasionante, de mucha responsabilidad y en el que pueden aprender mucho.
¿Cuáles son los objetivos a corto y largo plazo de Codolgestió? ¿Tenemos a la vista nuevos servicios, expansiones o proyectos innovadores?
Naturalmente, trabajamos con cierta previsión de futuro, pero, eso de planificar el corto, medio y largo plazo hace años que hemos dejado de hacerlo. Todo va muy rápido y los cambios son constantes. Nos dimos cuenta de que, a nuestro entender, es mucho más efectivo fijar un rumbo, establecer unos procedimientos que permitan modulación, tener una actitud reactiva y trabajar la cultura de la adaptación al cambio del equipo. La innovación es constante.