Jordi Belllavista «Tanto en tiempos difíciles como en épocas de bonanza es necesario dar un buen servicio»

Hablar con Jordi Bellavista es adentrarse en la historia viva del sector inmobiliario de Badalona. Representante de la segunda generación de una estirpe familiar que empezó su trayectoria en 1970, Jordi ha sabido mantener la esencia de los orígenes sin renunciar a la evolución. Hijo y sobrino de los fundadores Francisco, Juan y Pedro Bellavista, creció entre rótulos de “piso en venta” y contratos, heredando no solo un oficio, sino también unos valores que todavía hoy definen, Fincas Bellavista: integridad, proximidad y calidad en el servicio.

Con más de veintiséis años de experiencia como API y una sólida formación jurídica, Jordi combina la visión técnica con una profunda vocación de servicio al cliente. Su enfoque va mucho más allá de la simple transacción: entiende la intermediación inmobiliaria como un acto de confianza y asesoramiento honesto, en el que escuchar es tan importante como vender. En un mercado cada vez más competitivo y digitalizado, defiende el valor del trato humano, el arraigo local y la importancia de la reputación.

Con una mirada serena pero crítica, Bellavista reflexiona sobre los retos actuales del sector, como la falta de oferta, la inseguridad jurídica en el alquiler y la irrupción de la tecnología, sin perder de vista la esencia que ha hecho mayor a su empresa: la confianza ganada cliente a cliente, generación tras generación.

Esta entrevista nos invita a conocer su trayectoria, los valores que le han guiado y su visión sobre cómo seguir creciendo sin perder el alma en un sector en constante transformación

Jordi, me gustaría empezar por los orígenes: ¿Cómo llegaste al sector inmobiliario? ¿Hubo un momento clave que te decantó por ese camino?

Mi padre ya se dedicaba a ello y es lo que he visto siempre en casa. Desde muy joven ya ayudaba a mi padre a enganchar rótulos en las casas en venta ya ingresar las fianzas en la Cámara de la Propiedad. Llevo veintiséis años ejerciendo de API y también ejercí unos años de abogado. Con la licenciatura de Derecho, ganas nociones sobre el tratamiento jurídico de las transacciones inmobiliarias, pero la otra vertiente, la labor comercial, la debo a mi padre y al reciclaje continuo.

La fundación de Finques Bellavista se remonta a 1970 cuando mi tío Joan Bellavista se introdujo en el sector. Mi padre Francesc Bellavista y mi tío Pedro Bellavista entraron al cabo de pocos años. Situados primero en un entresuelo en la misma Plaza de la Vila con la calle del Mar, hemos sido siempre un referente en el mercado inmobiliario local de Badalona. Al cabo de unos años, yo me integré en el negocio familiar en un local junto a la Plaza de la Villa, en la calle Sant Anastasi, y posteriormente lo hizo mi hermana Àngels.

¿Cuál fue el mayor reto que afrontaste en los primeros años del negocio y cómo lo superaste?

Para ejercer de API, tuve que acreditar una titulación universitaria para afrontar unas pruebas específicas que convocó el Ministerio de Fomento en 1996, y tuve que superar dos exámenes en Madrid para poder ejercer la profesión de API. El porcentaje de aprobados era de un treinta y cinco por ciento aunque se presentaban arquitectos, abogados y economistas, entre otros. Por cierto, al cabo de un tiempo, los que aprobamos nos sentimos un poco estafados por el Ministerio, porque nos exigieron mucho pero después mucha gente empezó a abrir agencias sin tener conocimientos de ningún tipo. Afortunadamente, hace años que la situación ha cambiado y ya se piden unos requisitos mínimos para ejercer nuestra actividad.

¿Cuáles son los valores y principios que guían Finques Bellavista? ¿Cómo los incorpora en el día a día?

Nuestros valores son la integridad y la calidad. Nuestra política está basada en que el cliente quede convencido. A veces rechazamos operaciones para que no nos interesen a pesar de perder dinero.

Sin embargo, tanto en tiempos difíciles como en épocas de bonanza es necesario dar un buen servicio. No pretendemos ser vendedores, sino asesores. Muchas veces terminamos haciendo amistad con nuestros clientes. La gente quiere mucho que le escuches. Aquí no valen máquinas ni grandes estudios.

¿Cómo os diferenciáis de las otras agencias inmobiliarias de la zona de Badalona, ​​Maresme y Barcelona?

Somos una empresa familiar. La mayoría de mis clientes llegan por referencias de clientes anteriores. La suerte es que como ya llevamos muchos años, tenemos un nombre y la gente nos conoce.

Tenemos clientes de toda la vida que saben que trabajamos según cánones de seriedad y honradez. De hecho, en ocasiones hemos perdido operaciones por querer ser honrados.

También quiero comentar que el hecho de ser una empresa pequeña tiene todas sus ventajas. Yo puedo permitirme el lujo de tener una relación más personal con los clientes y los proveedores, de ser más eficaz con las personas. Probablemente una empresa grande podrá hacer mucha publicidad y tener a muchos empleados, pero el servicio no será tan directo. La pequeña empresa, además, puede subsistir con menos operaciones y cooperar con otras agencias pequeñas. Así es como trabajo yo.

Mi enfoque no es tener una gran billetera de inmuebles, sino seleccionar buenos productos. Prefiero calidad antes que cantidad.

¿Cuáles son los servicios más demandados actualmente y cuál es el perfil de sus clientes?

Tradicionalmente nuestros clientes eran familias locales buscando una primera residencia. Actualmente, también atendemos a inversores y también cada vez nos viene más gente de Barcelona ciudad.

Me dedico sobre todo a la compraventa, que es el tipo de gestión que encaja mucho más con mi talante. En estos años también he traído muchos alquileres, tanto a nivel comercial como contractual. También llevamos gestión inmobiliaria en general, gestión de patrimonios, administración y tasaciones. También ofrecemos asesoramiento jurídico, con abogados que se dedican específicamente a esto. Nunca descarto un producto que pueda asumir, aunque esté fuera de la ciudad.

¿En el contexto actual qué retos afronta el sector inmobiliario local?

Podríamos decir que el mercado inmobiliario de Badalona tiene los mismos retos que los de Cataluña, que están claramente condicionados por una falta de oferta, tanto en venta como para alquilar.

Recuerdo que en los años noventa muchos compañeros APIS decían en un tono medio en broma que había más agencias inmobiliarias que bares.

Actualmente sigue existiendo una competencia intensa. Siguen existiendo un exceso de agencias inmobiliarias y una proliferación indiscriminada de oficinas (muchas sin oficina física), y el tema de la captación de inmuebles es cada vez más complicado.

Nosotros tenemos un arraigo local muy consolidado en la ciudad de Badalona, ​​que nos hace ser optimistas para afrontar los retos.

¿Qué papel juega la tecnología en Finques Bellavista?

Todos hemos conocido a Apis, que en su momento, simplemente con una libreta y un bolígrafo les fue muy bien.

Dicho esto, no podemos negar que la automatización y la inteligencia artificial están cambiando el mercado. Intento estar al día ya sea con la continua formación o contratando a profesionales que me ayuden. La tecnología desempeña un papel importante. También hemos tenido que adaptarnos (redes sociales, firma digital, CRM, software) para mejorar la comunicación con el cliente.

¿Cómo crees que evolucionará el mercado del alquiler versus la compra en los próximos años?

El mercado del alquiler con tanta inseguridad jurídica no sabemos todavía cómo va a evolucionar. Lo que sí podemos decir es que actualmente existe muy poca oferta y mucha demanda. A veces es desesperante ver cómo cada día llama a gente a la oficina pidiendo pisos de alquiler. Lo que también es escandaloso es ver cómo muchos pisos, para evitar poner el precio que tocaría por el índice estatal, se alquilan o se intentan alquilar como “de temporada” con unos precios exageradamente elevados.

En cuanto a la venta, la tendencia actual nos dice que no habrá suficientes viviendas para todos los compradores. En los últimos años los precios han sido estables con algunas ligeras subidas, con mayor demanda que oferta. Creo que va a seguir igual.

¿Qué te aporta formar parte de la AIC?

AIC nos apoya al colegiado, asistencia a actos y cursos, así como el hecho de recibir con puntualidad las comunicaciones de los cambios legales.

Es necesario que demos una imagen corporativa y de unión, y pienso que lo estamos logrando los que formamos parte de la AIC. Me gustaría destacar también el canal abierto de Telegram que tenemos los Apis, en el que, entre todos, nos ayudamos a resolver dudas legales y profesionales.

La acción de una asociación profesional de estas características como AIC es muy útil también a la hora de sancionar operaciones incorrectas con la creación de un código ético de buenas prácticas.

¿Qué consejos darías a quienes quieren vender una propiedad? ¿Y los que quieren comprar una?

A quien quiera vender, le recomiendo ser consciente de la realidad del mercado y entender que los precios les marca la oferta y la demanda y, sobre todo, que busque un buen profesional.

La compraventa de inmuebles es una venta conflictiva por sí misma. Siempre surgen incidencias no previstas: escrituras incorrectas, recibos de comunidad sin pagar, herencias sin arreglar, letra pequeña… Cada operación tiene su particularidad y ahí entran en juego los conocimientos de la API.

También le recomiendo que valore en serio que, dar una exclusiva a un profesional de su confianza es mejor que cuando lo llevan cinco o diez inmobiliarias, a fin de evitar conflictos y que el producto acabe “quemado”.

A los compradores les diría que actúen con precaución y que tengan claro hasta dónde se pueden endeudar.

¿Qué consejos le darías a un joven emprendedor que quiere entrar en el sector inmobiliario hoy?

Si realizas el trabajo no por obligación, sino por devoción, los resultados son siempre positivos. Es necesario estar preparado y en formación constante y tener paciencia.

Formación: El inmobiliario es un sector en el que al final acabas siempre con unos contratos en una notaría, con toda una casuística legalista.

Existe mucha competitividad y cada quince días salen nuevos decretos o leyes. Tienes que ponerte al día con la publicidad y vigilar mucho en cada operación, porque si vienes un piso con humedad o algún otro problema, puedes causar un grave perjuicio a tu cliente.

Es un mundo con muchas trabas. Pero la ilusión te ayuda mucho.

¿Dónde ves Fincas Bellavista Servicios Inmobiliarios dentro de 5 o 10 años? ¿Qué metas te gustaría alcanzar?

Queremos seguir ayudando al máximo. No tenemos grandes pretensiones de expansión porque no lo necesitamos y preferimos continuar con la táctica de toda la vida. Uno debe ganarse la confianza de la gente con seriedad y con el trabajo bien hecho.

Pretendemos crecer y consolidar nuestras actuales posiciones en el mercado. Cuando creces demasiado se escapa el negocio de las manos.