Aleix y Abel Camps son dos hermanos que han sabido convertir la adversidad en motor de cambio. Su recorrido como agentes inmobiliarios se inició en el 2010, en uno de los momentos más delicados para el sector, justo después de la gran crisis inmobiliaria. Lejos de dejarse vencer por el contexto, vieron una oportunidad para hacer las cosas de otra manera, apostando desde el primer día por una forma de trabajar basada en la proximidad, la transparencia y un trato humano que escucha, acompaña y pone a las personas en el centro de cada operación.
De esta filosofía nació Cèntric Finques, una agencia con raíces profundas en Terrassa y con una clara voluntad de devolver valor a la comunidad que les rodea. Desde entonces, han sabido construir un proyecto sólido y coherente, en el que la complicidad entre hermanos se traduce en una gestión equilibrada, complementaria y con visión estratégica. Han integrado la digitalización y la innovación tecnológica como aliadas, pero sin perder nunca la esencia de su servicio cercano y personalizado.
En esta entrevista nos adentraremos en su trayectoria, descubriremos los valores que sostienen su día a día y conoceremos su mirada sobre el futuro de un sector que reclama soluciones creativas, sostenibles y socialmente justas.
¿Cómo empezó vuestra trayectoria en el sector inmobiliario?
Nuestra trayectoria como API comienza hacia el año 2010, justo después de la gran crisis del sector. Aunque no era un momento especialmente atractivo para empezar, para nosotros fue una oportunidad de hacer las cosas de otra forma. Crecimos en una familia con negocios de cara al público, y eso nos marcó mucho: poner siempre a las personas en el centro. Arrancar en un contexto tan adverso nos obligó a repensar muchas cosas y nos dio una base muy centrada en el trato humano y la escucha activa.
¿Cuáles han sido los momentos más decisivos en la creación de Céntrico Fincas?
Hay muchos momentos que han marcado la trayectoria de Céntrico: desde cerrar contratos importantes con serviceros y promotoras hasta decisiones cotidianas que, pese a parecer pequeñas, tienen un gran impacto en el día a día. Pero, más allá de los acuerdos comerciales, el verdadero punto de inflexión ha sido la consolidación de un equipo comprometido y con valores compartidos.
¿Cuál ha sido el mayor reto que habéis afrontado como empresarios dentro del sector?
Sin duda, el confinamiento fue el mayor reto que hemos afrontado hasta ahora. Hasta ese momento, nuestro trabajo se basaba mucho en el trato directo y presencial con el cliente, y de repente nos encontramos con un escenario totalmente incierto, sin referentes ni guías claras. Tuvimos que adaptarnos de forma inmediata a un entorno digital y buscar formas de acompañar a los clientes a distancia, sin perder la esencia de nuestro trato. Esta crisis nos fortaleció como equipo y reforzó aún más los vínculos con nuestros clientes.
¿Cómo combináis vuestra experiencia personal y profesional para liderar el proyecto conjuntamente?
Ser hermanos nos da una base de confianza que es difícil de replicar. Nos conocemos de toda la vida, sabemos cómo piensa el otro, y esto nos permite tomar decisiones con agilidad y, a la vez, con visión a largo plazo. Tenemos caracteres diferentes, pero complementarios, lo que enriquece mucho el proyecto. Este equilibrio personal-profesional nos permite trabajar con mucha complicidad y una mirada estratégica compartida.
¿Cómo ha evolucionado vuestro modelo de negocio desde sus inicios hasta hoy?
Uno de los cambios más relevantes ha sido la apuesta por la digitalización. Desde sus inicios hemos ido incorporando herramientas que nos permiten trabajar mejor y ofrecer una experiencia más completa a los clientes: visitas virtuales, contenido audiovisual, redes sociales, CRM, firma digital… También hemos empezado a utilizar herramientas de inteligencia artificial para optimizar procesos y mejorar la comunicación. A pesar de la evolución tecnológica, mantenemos el foco en el trato cercano como eje de nuestro servicio.
¿Qué valores fundacionales definen Céntrico Fincas?
Nuestros valores giran en torno a la confianza, la proximidad y el compromiso. Somos una empresa familiar, y eso se nota en cómo trabajamos: escuchamos, acompañamos y nos implicamos en cada operación como si fuera para nosotros mismos. Nos mueve la voluntad de hacer las cosas bien hechas, pensando siempre en el largo plazo. Construir relaciones de calidad es para nosotros mucho más importante que buscar resultados inmediatos.
¿Cómo garantizáis la transparencia y la confianza con vuestros clientes?
La clave es muy sencilla: ser sinceros y contarlo todo con claridad. Facilitamos toda la información desde el primer momento, porque creemos que la mejor forma de generar confianza es compartir lo que sabemos, sin sorpresas ni medias verdades. La transparencia no es un valor añadido, es la base de cualquier relación duradera.
¿Qué importancia le dais al arraigo local y al trato cercano en vuestro servicio?
Para nosotros, el arraigo local es clave. No queremos ser solo un comercio, sino formar parte activa del tejido social de Terrassa. Colaboramos con entidades con una gran trayectoria en la ciudad, como los Minyons de Terrassa o varias entidades deportivas, porque creemos en devolver a la comunidad lo que también nos da. Esta implicación local también refuerza nuestro compromiso con un servicio cercano y auténtico.
¿Cómo integráis la sostenibilidad y la responsabilidad social dentro de vuestro día a día profesional?
En sostenibilidad hemos dado pasos importantes, como reducir mucho el uso de papel y apostar por herramientas digitales que nos permiten trabajar de forma más eficiente y respetuosa con el entorno. Sin embargo, somos conscientes de que todavía tenemos margen de mejora y lo asumimos como un reto pendiente. En cuanto a la responsabilidad social, hemos estado implicados desde el principio. Entendemos que el sector inmobiliario tiene un impacto directo en el bienestar de las personas, por lo que intentamos contribuir con una mirada responsable, tanto en el trato con los clientes como en la colaboración con iniciativas locales que trabajan para mejorar la ciudad.
¿En qué se diferencia Céntrico Fincas del resto de agencias inmobiliarias del territorio?
Somos una empresa familiar y eso lo marca todo. No estamos guiados solo por objetivos comerciales, sino por valores. Priorizamos el bienestar del cliente por delante de nuestro beneficio. Sabemos que esto es fácil de decir y muchas agencias lo proclaman, pero en la práctica no siempre es así. Para nosotros, actuar con coherencia es una forma de respeto hacia nuestros clientes y hacia nosotros mismos. Y este compromiso es lo que hace que la mayoría de clientes acaben volviendo o recomendándonos.
¿Cómo valoráis la situación actual del mercado inmobiliario en Cataluña?
Desde nuestro día a día, y siguiendo de cerca la evolución del sector, vemos que el mercado inmobiliario en Cataluña está claramente condicionado por una falta de oferta, tanto en venta como en alquiler.
Es una situación que nos recuerda lo que ha pasado en regiones como los Países Bajos, el área de Dublín o el sur de Alemania, donde esta escasez se ha mantenido en el tiempo y ha provocado una crisis de acceso real a la vivienda: familias con ingresos medios o incluso altos que no pueden encontrar un lugar digno donde vivir, o que se ven obligadas a marcharse. Este escenario refuerza la necesidad de planificar con visión estratégica y mirada a largo plazo.
¿Qué cambios creéis que debería hacer el sector para ser más justo y accesible?
Creemos que es necesario revisar el exceso de regulación que actualmente condiciona demasiado la generación de oferta. Si no se fomenta activamente la construcción de nueva vivienda, será muy difícil equilibrar el mercado. Son necesarias medidas que incentiven el desarrollo de proyectos residenciales y que faciliten el acceso, especialmente a colectivos que tienen más dificultades: la gente joven y muchos recién llegados que, a pesar de tener estabilidad laboral, se encuentran excluidos de las opciones disponibles. El mercado debe adaptarse mejor a la realidad económica y social actual si quiere ser sostenible y justo.
¿Cómo impacta la digitalización en la forma en que ofrecéis vuestros servicios?
La digitalización nos ha permitido mejorar mucho tanto la eficiencia interna como la experiencia del cliente. Hemos incorporado herramientas que nos ayudan a gestionar mejor los procesos, reducir papeleo y comunicarnos de manera más ágil. También nos ha abierto la puerta a formatos más atractivos para presentar los inmuebles, como visitas virtuales, vídeos o tours interactivos. Sin embargo, entendemos la tecnología como un soporte, no como una sustitución del trato personal. La proximidad sigue siendo nuestro activo principal.
¿Qué tendencias emergentes estáis observando en las preferencias de los compradores e inquilinos?
Una de las tendencias más claras que observamos es la creciente importancia de la proximidad al transporte público. Debido al encarecimiento de las zonas centrales y al aumento de los desplazamientos, la movilidad es clave para muchas familias y trabajadores. A nivel de distribuciones interiores, cada vez se da mayor valor en las zonas comunes: comedores amplios, espacios abiertos y luz natural. También nos sorprende las consultas sobre el alquiler de habitaciones, un servicio que nosotros no ofrecemos, pero refleja la diversificación de la demanda. Por último, detectamos un aumento de clientes que llegan a nosotros desengañados con otras agencias por falta de transparencia, especialmente en cuanto a costes escondidos. Esto demuestra que el cliente valora cada vez más la claridad y honestidad en el servicio.
¿Qué destacaríais del proyecto de la AIC?
Lo que más valoramos de AIC es su trabajo para dignificar la profesión y fomentar la formación continua. Nos ha ayudado a estar al día en un sector que cambia rápidamente, tanto en el ámbito legal como en el tecnológico. También creemos que iniciativas como el certificado API Digital o la colaboración con universidades son importantes pasos para hacer más transparente y profesional nuestro oficio. A nivel personal, formar parte del mismo nos ha permitido compartir buenas prácticas con otros compañeros del sector.
¿Qué consejo le daríais a quien quiere vender una propiedad? ¿Y a quién quiere comprar?
Tanto si quieres vender como si quieres comprar, lo importante es no dejarse arrastrar por el ruido mediático. Las noticias pueden generar incertidumbre, pero cada operación es única y debe analizarse con perspectiva. El mejor consejo que podemos dar es que se atrevan a dar el paso, pero acompañados por alguien que les genere confianza. Un buen asesoramiento –claro, transparente y con criterio– marca la diferencia entre una experiencia estresante y una decisión en toma.
¿Qué le diríais a los jóvenes que quieren entrar a trabajar en el sector?
Les diríamos que si les gusta el trato con las personas, este es un sector lleno de retos, pero también muy gratificante. No se trata solo de vender pisos, sino de acompañar a las personas en decisiones que pueden marcar etapas clave de su vida. Es importante tener claro que este trabajo tiene un impacto directo en la calidad de vida de la gente y, por extensión, en la sociedad. Es necesario afrontarla con compromiso y responsabilidad, y entender que cada operación tiene un valor humano.
¿Dónde os imagináis Céntrico Fincas dentro de 10 años?
En 10 años nos gustaría seguir siendo un referente en la ciudad, tanto por el trabajo que hacemos como por el compromiso con las personas. Nos gustaría poder mirar atrás y sentirnos orgullosos de haber aportado valor al sector ya la comunidad. Aspiramos a evolucionar sin perder nunca la esencia que nos ha traído hasta aquí.