Albert Rodés representa un modelo de gestión inmobiliaria basado en la confianza, la proximidad y el servicio honesto. Con más de cuarenta años de trayectoria, ha sabido leer la evolución del mercado barcelonés y adaptarse a ella con coherencia, integrando digitalización, sostenibilidad y una mirada profundamente humana del negocio.
Para Rodés, el valor diferencial no es solo administrar patrimonio, sino construir relaciones duraderas con clientes que valoran el trato cercano y la profesionalidad. Su visión del sector es la defensa de un trabajo riguroso, un aprendizaje constante y la convicción de que el inmobiliario es, sobre todo, un servicio a las personas.
¿Cómo describirías la trayectoria de Finques Rodés desde sus inicios hasta hoy?
La trayectoria de Finques Rodés va estrechamente ligada a la historia de Barcelona de los últimos 50 años. Hemos vivido una gran transformación social y urbanística a las que nos hemos adaptado. La crisis de 2007 hizo tambalear nuestro sector, pero nos hizo resilientes y la pandemia de 2020 nos llevó a completar el proceso de digitalización.
¿Cuál es el valor diferencial de Finques Rodés en el mercado inmobiliario de Barcelona después de más de 40 años de actividad?
Gracias a nuestra labor durante todos estos años, hemos conseguido una cartera de clientes fidelizada. Ellos, con su boca a boca, son quienes nos hacen las mejores campañas de marketing.
¿Cómo gestiona la empresa la pasión por el servicio, es decir, cómo lográis que el equipo mantenga la motivación y el talante de cercano con el cliente?
Puedes intentar motivar a tu personal con buenas palabras y dando ejemplo, pero lo más importante es que cada día las personas ya salgan motivadas de la ducha. Saber elegir a este tipo de personas es esencial para el buen funcionamiento de cualquier empresa y en este sentido me considero muy afortunado con el equipo que tengo.
Si pudieras volver atrás en el momento de iniciar la empresa, ¿qué harías de manera diferente sabiendo lo que has aprendido hasta ahora?
Seguramente intentaría dedicar más tiempo a lo que es realmente importante en la vida y escoger a los clientes más por su talante que por la oportunidad de negocio que te puedan ofrecer.
¿Cómo ha cambiado el perfil del cliente o propietario con el paso de los años y cómo se ha adaptado la empresa a estos cambios?
El cliente ahora tiene acceso a mucha más información que antes, lo que tiene su parte positiva, pero también la negativa. Antes el cliente confiaba plenamente en el profesional. Ahora cuesta más ganarse su confianza, pero esto nos obliga a realizar un aprendizaje constante.
En un sector tan competitivo como el inmobiliario, ¿cómo lográis mantener un trato tan personal y cercano?
Nos ha ayudado mucho a nuestra actividad como administradores, que hace que tengas una relación continuada y cercana con muchos de los clientes de administración, sobre todo con los presidentes de las Comunidades. Las Juntas son también un espacio de socialización. Con el tiempo terminan pasando de clientes a amigos.
Vivimos en una época en la que los ODS, la sostenibilidad y la responsabilidad social están cada vez más presentes. ¿Cuál es su posición en relación con estos temas?
Los afrontamos tanto a nivel interno como externo. A nivel interno recientemente hemos dado un paso muy importante, trasladando nuestras oficinas de un local muy espacioso, pero poco luminoso y mal distribuido y que, por tanto, requería de un consumo de energía muy elevado, a unas oficinas ubicadas en un centro de negocios que dispone de la máxima calificación energética y en el que podemos trabajar con luz natural la mayor parte de la jornada.
A nivel externo, priorizamos a los inquilinos que se interesan por una vivienda por su proximidad a su puesto de trabajo, y animamos a las Comunidades de Propietarios a hacer reformas para mejorar su eficiencia energética. Desgraciadamente, nos topamos con una normativa que no ayuda a los propietarios de pisos en alquiler a realizar estas inversiones.
¿Qué consejos darías a un propietario que quiere vender un inmueble o lo que quiere comprar uno?
El mejor consejo que les daría es que se pongan en manos de un buen profesional. Les puede ahorrar dinero y muchos quebraderos de cabeza.
¿Qué te aporta formar parte de la AIC y de Apialia?
Formar parte del Colegio me ha dado las herramientas necesarias (formación, asesoramiento, recursos) para poder ejercer la profesión con la tranquilidad de saber que tienes detrás, quien puede ayudarte en todos los ámbitos relacionados con ella. Formar parte de Apialia me ha dado la oportunidad de incrementar mi negocio y mejorar profesionalmente, pero sobre todo lo que más valoro ha sido el hecho de conocer a otros compañeros con los que he establecido una relación de amistad.
¿Qué papel juega la tecnología en Finques Rodés?
La tecnología juega un papel fundamental. Lo ha cambiado todo.
¿Cómo se ve la relación entre Finques Rodés y el entorno local de Barcelona?
Formamos parte de la agrupación de comerciantes de la Derecha del Eixample, Coreixample, desde hace bastantes años. Colaboramos con entidades deportivas y con la fundación Esport Solidari Internacional.
Por último, ¿qué te gustaría que los clientes dijeran de Finques Rodés cuando piensan en “su administrador de fincas”?
Estaría satisfecho si pensaran que su patrimonio inmobiliario se encuentra en buenas manos.